Cada vez es más sencillo solicitar pequeños préstamos que nos ayuden en el día a día, ya sea contratando tarjetas de crédito, tarjetas revolving o a través de los conocidos como préstamos de consumo.

En este artículo nos centraremos en los segundos que son préstamos rápidos que otorgan las entidades para que sean amortizados en pocos plazos. En este tipo de préstamos, además de los grandes bancos nos encontramos a numerosas entidades que los ofrecen, no ya en oficinas sino a través de internet o incluso mediante contratación telefónica.

Las ventajas que ofrecen a los consumidores son claras, puedes disponer al instante del importe de tu préstamo, sin complicaciones en la contratación y simplemente a través de un par de clicks e introducir tus datos personales.

Sin embargo, esta rapidez en la contratación hace que las condiciones de estos préstamos nos pasen desapercibidas. A cambio de esta inmediatez las entidades imponen unos tipos de interés muy altos y unas penalizaciones en caso de impago severas.

Estos préstamos están sujetos a una regulación estricta, y concretamente los tipos de interés están controlados entre otras por la Ley de 23 de julio de 1908 sobre nulidad de los contratos de préstamos usurarios. Puede parecer una Ley demasiado antigua, pero hoy en día los Juzgados de nuestro país siguen aplicándola cuando se fijan intereses notablemente superiores al normal del dinero.

Numerosas sentencias en los últimos años han establecido lo que significa intereses notablemente superiores. Para saber si un préstamo de consumo tiene intereses usurarios, nuestro Tribunal Supremo indica que debemos observar si duplica los intereses medios fijados por el Banco de España.

Por ejemplo, para diciembre del año 2022 el interés medio fijado por el Banco de España para los préstamos de consumo era del 7,13%, por lo tanto, todo contrato firmado en esa fecha que tenga un interés superior al 14,26% podrá ser entenderse que tiene intereses usurarios y será nulo conforme a la Ley sobre la nulidad de los contratos de préstamos usurarios.

Si los intereses se declaran usurarios, se deberá decretar la nulidad del contrato, quedando obligado a pagar el consumidor únicamente el importe principal prestado.

Cada tipo de contrato de préstamo tiene unas condiciones específicas, debiendo aplicarse distintas valoraciones en función de esto, como por ejemplo con las tarjetas revolving, que te explicamos en un próximo artículo.

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